Hibernar

Mañana soleada. Estable. Con una temperatura perfecta para pasear, hacer deporte o incluso trabajar. Me asomo a la ventana y veo a toda la camada de gatos revoloteando y jugando alrededor de una caja de cartón. Son cinco más la madre coraje y una especie de gato llamado "padre".
La madre de un amiga mía, la cual me ha visto crecer y me ha querido como su propio vástago, siempre decía " Mañana de niebla, tarde de paseo" y yo deduzco " ´Mañana de paseo, farolas encendidas".....
No tiene mucho sentido, pero hace frío, llueve y anochece muy temprano. Madrugad y disfrutad de la única estrella que vemos de día porque pronto tendremos que meter la cabeza en la concha como las tortugas.

Capricho de la naturaleza

(...) En los años siguientes, la muchacha floreció como sucede casi siempre, pero Ángel Sánchez creyó que en su caso era una especie de prodigio y que sólo él podía ver a la beldad que maduraba escondida bajo los vestidos inocentes confeccionados por la abuela en su máquina de coser. Estaba seguro de que a su paso se alborotaban los sentidos de quien la viera, tal como ocurría con los suyos, por eso se extrañaba de no encontrar un remolino de pretendientes en torno de Ester Lucero.

Vivía atormentado por sentimientos arrolladores: celos precisos de todos los hombres, una perenne melancolía - y la fiebre de infierno que lo acosaba a la hora de la siesta, cuando imaginaba a la niña desnuda y húmeda, llamándolo con gestos obscenos entre las sombras del cuerto. Nadie supo nunca de sus tormentosos estados de ánimo. El control que ejercía sobre sí mismo se convirtió en una segunda naturaleza y así adquirió fama de hombre bueno. Por fin las matronas del pueblo se cansaron de buscarle novia y terminaron por aceptar que el médico era un poco raro.

- No parece maricón - concluyeron- pero tal vez la malaria o la bala que tiene en la entrepierna le quitaron para siempre el gusto por las mujeres. (...)